La poda de invierno o poda en seco es uno de los trabajos más importantes en la viña durante el año.
En Bodegas Carchelo realizamos una poda de invierno relativamente tardía en nuestros viñedos de Jumilla (Murcia). Iniciamos estos trabajos durante la última quincena de enero. Al retrasar la poda reducimos los posibles daños que pueden causar las heladas primaverales tardías en las viñas recién brotadas y en floración, sobre todo en las más jóvenes ya que son más sensibles a las heladas y a la recuperación de sus efectos. Iniciando ahora la poda conseguiremos una brotación más regular y óptima en nuestras plantas.
Para los trabajos de poda intentamos evitar los días de niebla o de alta humedad relativa ya que estos días favorecen la entrada por las heridas de poda de los hongos de la madera.
Con las labores de poda eliminamos los sarmientos del año anterior y algunas partes de madera vieja que quedan en la viña, de este modo controlaremos la producción futura dejando el número deseado de yemas de las que brotarán los nuevos racimos. Este trabajo se realiza en un momento en el que la vid está en una parada de su periodo vegetativo o reposo invernal y en la que la savia no circula por la planta y se concentra en sus raíces. La poda nos ayuda también a mantener la forma y estructura deseada de la cepa.
Con una perfecta poda del viñedo mejoraremos, además, la calidad de la próxima cosecha ya que favorecemos la correcta exposición de las hojas y racimos a la insolación y a la aireación.
Igual de importante es el tratamiento de la viña tras la poda. En Carchelo sellamos con protectores cicatrizantes los cortes ocasionados al podar, evitando así la entrada de enfermedades, sobre todo en los cortes de tallos más grandes. La aplicación de estos cicatrizantes debe de realizarse en las primeras 24-48 horas para evitar la acción de hongos y bacterias. Nosotros, en Bodegas Carchelo, realizamos esta labor minutos después de podar la planta.
En Carchelo tenemos la convicción, además, de que cuanto más cuidemos de la tierra mejores vinos nos dará. Por eso los sarmientos restantes de la poda los devolvemos a la tierra, triturándolos y trabajando como fertilizante natural para nuestros suelos.
Ahora nuestros viñedos, situados junto a la Sierra del Carche, en Jumilla, están preparados para afrontar un nuevo año y poder darnos una excelente cosecha con la que elaborar nuestros vinos.